Lesión de la Médula Espinal: Visualizar la Recuperación

por:Publicado22 de Agosto de 2016Sin Comentarios
Lesión de la Médula Espinal

Lesión de la Médula Espinal: Visualizar la Recuperación

Aaron Baker, Especialista en Médula Espinal | Shield HealthCare

Lesión de la médula espinal y mente

Si uno toma un atleta en lo mejor de su capacidad física y desconecta estas destrezas, ¿qué sucede con la energía que el cuerpo estaba tan acostumbrado a usar para funcionar y producir? Imaginen una torcedura en una manguera del jardín: el potente flujo de agua al final de la manguera queda reducido a un hilito. Esto es similar a la interrupción que sucede en la conexión cuerpo-mente después de una lesión de la médula espinal. Los impulsos neuromusculares del cerebro a la unión muscular solo pueden llegar con cuentagotas o a veces no llegan en absoluto.

Según el nivel de lesión, la fractura puede hacer que la persona quede cuadripléjica (como en mi caso) afectando las cuatro extremidades, o parapléjica, afectando solamente las extremidades inferiores. Cualquiera sea el nivel de lesión, el flujo de energía a través del cuerpo ya no es el mismo.

En mi caso la “manguera” estaba retorcida. Tras la lesión, mi cuerpo – que alguna vez fuera una máquina bien lubricada– ahora yacía como la piedra en una prensa. Mi cuerpo estaba quieto, pero mi mente estaba llena de lo que yo visualizaba como energía cinética intensa, una luz que surgía a través de mi rígida armazón.

Energía (definición): Es la capacidad de un sistema físico de funcionar; el ejercicio de la fuerza.  Esta definición es verídica cuando el sistema físico funciona, pero también cuando no funciona. Desde el mismo comienzo de mi recuperación luego de la lesión, yo visualicé que luces de colores llenaban mis extremidades. Me visualicé a mí mismo de adentro hacia afuera, cada órgano, hueso y músculo. Sentía como si mi cuerpo estuviera produciendo mucha más energía que lo que había hecho aún como atleta de alta competición, si bien me llevó meses y años traducir lentamente esa energía mental en energía física.

Mi amigo Donovan (cuadripléjico C4) es también un atleta de alta competición. La cantidad de fuerza mental que le lleva ejercitar los brazos por 10 minutos sería equivalente a la fuerza mental que Lance Armstrong pone en sus piernas en la recta final hasta la línea de llegada en una carrera. ¡Difícil de imaginar, lo sé!

Ahora tomen ese nivel de energía y fuerza mental y trasládenla a cosas como atarse los zapatos o abotonarse una camisa. Imaginen canalizar toda la energía que el cuerpo utiliza en su conjunto, y ponerla en una única y simple tarea. Estoy convencido de que mediante el ejercicio constante, dedicado y a largo plazo, podré cambiar mis vías neurológicas en vías superneurológicas. Mente, cuerpo, espíritu: hay que entender cómo funcionan en forma separada y mantener el deseo de ejercer la máxima fuerza mental a lo largo de toda la recuperación.

 

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