El síndrome del recto fantasma

¿Qué es el síndrome del recto fantasma?

El síndrome del recto fantasma suena como una película de terror, pero es un fenómeno real que experimentan casi todas las personas ostomizadas que se someten a una cirugía de resección abdominoperineal (APR) [1]. Este no es un problema psicológico que sugiere que “todo está en tu cabeza”, sino que es algo que experimentan hasta el 80% de todos los amputados, desde las piernas hasta los ojos, los senos, la vejiga e incluso el recto. El síndrome del recto fantasma (PRS, por sus siglas en inglés) se presenta cuando las personas continúan teniendo sensaciones de un recto intacto que ya no está presente. Se desconoce la fisiopatología exacta del PRS, pero se sospecha que el nervio pudendo extirpado se regenera y envía mensajes falsos al cerebro. Hay dos tipos de PRS: doloroso y no doloroso. La investigación es limitada pero muestra que la mayoría de las personas experimentan sensaciones fantasmas durante los primeros meses posteriores a la cirugía. Algunas personas informan que desaparece con el tiempo y otras dicen que aparece y desaparece.

El PRS no doloroso que refieren las personas ostomizadas es la sensación de tener el recto lleno y la necesidad de defecar o expulsar gases [2]. Las intervenciones para aliviar tales sensaciones son sentarse en el inodoro y hacer fuerza como si estuviera haciendo una evacuación intestinal. Estas sensaciones pueden causar angustia y afectar negativamente la calidad de vida de una persona. Un paciente me dijo que se sentó en el inodoro durante horas después de su cirugía, y que este síntoma finalmente desapareció después de un año. Muchas personas refieren que estos síntomas coinciden con la evacuación de las heces del estoma. La actividad física como caminar o hacer ejercicio son distracciones útiles. Las sensaciones rectales fantasmas generalmente desaparecen por sí solas y son de corta duración en comparación con los dolores fantasmas.

Los dolores rectales fantasmas se han descrito como dolores punzantes leves a moderados, calambres, hormigueo, sensación de estallido, dolor opresivo, picazón y escozor. La frecuencia puede ser desde diaria hasta mensual. El dolor rectal fantasma ocurre unos meses después de que las heridas hayan cicatrizado. Las investigaciones indican que las personas que experimentaron dolor antes de la amputación tenían más probabilidades de tener dolores fantasmas después de la amputación. La aparición tardía del dolor rectal intenso siempre debe evaluarse para detectar una posible recurrencia del cáncer. Muchas personas que experimentan dolor rectal fantasma afirman tener un sueño y una calidad de vida deficientes debido a la ansiedad crónica y la preocupación por la recurrencia del cáncer.

El dolor provocado por el PRS es real y debe comentarlo con su médico. Existen numerosos tratamientos e intervenciones en el manejo del dolor fantasma que incluyen intervenciones farmacológicas como analgésicos, anticonvulsivos, antidepresivos, relajantes musculares. Las intervenciones no farmacológicas incluyen estimulación nerviosa eléctrica, terapias cognitivo-conductuales, hipnosis, acupuntura e incluso realidad virtual.[3]  Lamentablemente, no hay forma de predecir qué tratamiento podría funcionar para un paciente determinado. Solo debe saber no está loco y que hay otras personas que también sienten el mismo dolor que usted. Comuníquese y hable con otros pacientes ostomizados.

[1] Fingren, J., Lindholdm, E., & Carlsson, E. Perceptions of phantom rectum syndrome and health-related quality of life in patients following abdominoperineal resection for rectal cancer. Journal of Wound Ostomy and Continence Nurses Society. (2013) 40(3): 280-286.

[2] Gould, C.R., & Branagan, G., Phantom rectal sensations following abdominoperineal excision of the rectum (APER) and vertical rectus abdominis myocutaneous (VRAM) flap perineal reconstruction. International Journal of Colorectal Disease (2016) 31:1: 1799-1804.

[3] Yildirim, Meltem, PhD, MSN, Sen, Sevim & PhD, MSN. (2020). Mirror Therapy in the Management of Phantom Limb Pain. AJN, American Journal of Nursing, 120, 41-46. https://doi.org/10.1097/01.NAJ.0000656340.69704.9f

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